La sincronía de los relojes

Lic. Verónica López

En estos días de septiembre parecen acumularse efemérides que parecen estar marcando el compas del reloj social, el reloj natural y el reloj biológico.

El reloj social tiene en la sincronía  sucesos que la memoria no debería olvidar. Como aquel 19 de septiembre de 2006, cuando el represor, a cargo de 21 centros clandestinos de detención, Miguel Etchecolatz, Director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y mano derecha del ex general Ramón Camps, Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar, fue condenado a reclusión perpetua al ser encontrado culpable del delito de genocidio. Un día antes, desaparecía Julio López (por segunda vez, la primera había sido en 1976), quien fuera el principal testigo en el juicio que se llevaba a cabo a Miguel Etchecolatz. Aún permanece desaparecido.

Otra hora que señala el reloj social es el 20 de septiembre de 1984, cuando La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) entrega al presidente Raúl Alfonsín el informe que, tras nueve meses de investigación, documentaba la existencia de 340 centros clandestinos de detención y 8.961 casos de desapariciones. El informe se conoce con el nombre Nunca Más.

En tiempos en que el odio parece haber tirado al desván del olvido estos hechos, el reloj nos lo recuerda, en su tic- tac social. En confluencia, tal vez casual o tal vez no, el 21 de septiembre se celebra el Día internacional de la paz, establecido en 1981 por la Asamblea General de las Naciones, como día por la no violencia y alto al fuego.

Pero la Paz no se logra solo con la detención de los conflictos bélicos, se logra fundamentalmente con el respeto por la persona en toda su integridad, por lo que 23 de septiembre se destaca el Día internacional contra la explotación sexual y la trata de personas. Instituido por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999 en recuerdo de la primera ley en el mundo contra la prostitución infantil, que fuera presentada por el legislador argentino Alfredo L. Palacios. La ley 9143, conocida como Ley Palacios, fue aprobada el 23 de septiembre de 1913.

El reloj social sigue marcando su tic-tac… haciendo sonar otra campanada el 25 de septiembre de 1973, para recordar el asesinato de José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT.  El crimen se atribuyó a los Montoneros, si bien la organización guerrillera nunca se adjudicó oficialmente el atentado. Una vez más el reloj nos marca la hora de recordar que no es con armas, muerte y asesinato que se dirimen las diferencias políticas o ideológicas, las armas no matan ideas, eso no deberíamos dejar de atender cuando resuena el reloj

Pero hay otro reloj, el de la naturaleza, que señala el inicio de la estación primaveral, es decir, el momento en que la Tierra se encuentra en el centro de la órbita del Sol y éste cruza el ecuador celeste hacia el norte, que si bien por calendario se la marca día 21, año a año varía, El comienzo de la primavera, astronómicamente, se relaciona con el equinoccio de primavera , y termina con el solsticio de verano. En el hemisferio sur, se produce entre el 22 y 23 de septiembre. Por lo tanto, suele tener una duración media de 3 meses. La naturaleza tiene su ciclo, y no necesita que la mano del hombre la altere, no necesita de incendios para reverdecer, no necesita de talas para darnos sus frutos, solo hay que esperar que el reloj marque las horas y dejar de pensarse como propietarios de sus atributos, y entenderse como eslabón de sus periodos, que inexorablemente transcurren según lo marca el reloj.

Y dentro de esta sincronía el reloj biológico hace sonar las campanas por estos días, marcando el paso del tiempo en la vida de las personas en forma individual. El 21 de septiembre es el día del estudiante ¡Ohh gloriosa juventud!! El despertar a todas las sensaciones vitales. Sin embargo, un día antes, 20 se celebra el Día del jubilado, en recuerdo de la primera ley de jubilación, la ley 4349, que fue sancionada el 20 de septiembre de 1904 en beneficio de los trabajadores estatales. Paradoja, que se podría pensar como un reloj  anticipando que todo ciclo termina.

El sonar de las campanas del reloj biológico nos señalan, el mismo 21 de septiembre como el “Día Mundial del Alzheimer“, con el fin de recordar que la enfermedad se manifiesta cada vez más en un mayor número de personas, por lo que es necesario hacer hincapié en la prevención y detección antes de que llegue a mostrarse con todos sus síntomas. Establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el colectivo Alzheimer’s Disease Internacional (ADI), la jornada tiene el propósito de visibilizar, concientizar y desafiar los estigmas en torno a esta enfermedad y otros tipos de demencia. Se calcula que actualmente más de 55 millones de personas viven con demencia y que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050, según un informe de la OMS sobre el estado de situación y la respuesta de los sistemas de salud pública a nivel mundial. El lema elegido para este año, "Conozca la demencia, conozca el Alzheimer", hace foco en el apoyo luego del diagnóstico y destaca la importancia del acompañamiento a las personas que viven con demencia y sus familias.

La demencia es una denominación general para un conjunto de síntomas causados por enfermedades que afectan al cerebro, la memoria, el comportamiento y las emociones. El Alzheimer, por su parte, es una enfermedad neurodegenerativa que ocasiona alteraciones cognitivas graves y aqueja al 60-70% de las personas con demencia.La edad es el principal factor de riesgo. Sin embargo es importante tener en cuenta que Alzheimer y envejecimiento no son sinónimos y que no todas las personas mayores desarrollarán inevitablemente esa enfermedad.Las medidas preventivas fundamentales incluyen: evitar fumar, mantener un peso corporal saludable, adoptar una dieta sana, hacer actividad física, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar controles médicos para obtener diagnósticos tempranos y participar en actividades sociales y de estimulación cognitiva.[1]

Es importante que los relojes, marcando el paso por la vida, estén lo más aceitados posibles, comprendiendo que el biológico necesita del natural y del social, para cumplir su ciclo y ser lo más puntual posible en cada etapa. Pretender detenerlo, en cualquiera de sus formas no es sano y mucho menos aconsejable.

Ignorar al reloj social, puede llevarnos a la “eterno retorno”. Desconocer y sustituir al que impone la naturaleza, es no comprender el secreto de la vida. Y desvencijar el biológico, puede llevarnos a un fin de ciclo sin que la agujas sigan girando.

Como Cooperativa, intentamos desde hace varios años aportar al buen funcionamiento de los relojes de la vida, puntualmente desarrollando el “Taller de Estimulación Cognitiva para Adultos”, que este año dimos en llamar “Agilizando cabezas”.

Esta experiencia, que comenzó con la propuesta destinada a adultos mayores, nos otorgó un bagaje de conocimientos que, luego, volcamos en una producción textual, la cual se encuentra a la venta disponible en un libro y 13 revistas, ofreciendo una serie de actividades, para que las y los adultos ejerciten las funciones cognitivas. Los aportes actuales de las neurociencias y las pedagogías de los adultos mayores, así también como la educación emocional, han realizado importantísimas contribuciones para el desarrollo de actividades que permitan mantener activo todo el sistema cognitivo por mayor tiempo. Dando origen a nuevos circuitos neuronales, para sostener el ciclo vital de forma saludable.

Actualmente, el Taller de Estimulación Cognitiva, adopta un perfil que, en gran parte acompañado por la experiencia adquirida con la ayuda de quienes desde el inicio confiaron en nuestro trabajo, se ha definido como une espacio destinado a personas que tuvieron una vida laboral y profesional, altamente activa, y que post-jubilación buscan mantener de forma creativa, ágil y sana su sistema cognitivo.

 


[1] Fuente: https://defensoria.org.a