¿Eclecticismo o ensalada?

Del decir al hacer

Del dicho al hecho

“Enseñar no es transferir,

conocimiento, es crear

la posibilidad de producirlo”

Paulo Feire

 

Se habla muchas veces de la coherencia entre el hacer y el pensar, como piezas fundamentales para diseñar y planificar los pasos de la clase, del desarrollo de la enseñanza, los objetivos propuestos y el año escolar en su totalidad.

En relación a ello, quienes transitamos los pasillos de la escuela, tenemos como muy conocidos los postulados del Conductismo, el Constructivismo, el Cognitivismo y las Nuevas Pedagogías. Aunque a la hora del diario transcurrir de la enseñanza y el aprendizaje muchas veces nos encontramos tomando, lo que “queremos”, dentro de lo que “sabemos” para hacer lo que “podemos”, en el aula

Tomamos lo que “queremos”, es decir que nadie puede ser puro en la aplicación de una teoría, porque el aula, lo aceptemos o no, es el reino de la diversidad. Dentro de lo que “sabemos”, porque los desarrollos teóricos son altamente complejos y la síntesis que llega a la formación docente, más la que posteriormente, a su vez, sintetizan (en el proceso de apropiación) los y las propias maestras y profesores crean una nueva teorización que pocas veces se repiensa. Y finalmente todo esto en el marco de lo que “podemos” porque las variables sociales, políticas, económicas y antropológicas intervienen directamente en el acontecer del aula.

Todo esto nos conduce a una idea: el eclecticismo áulico. Los y las puristas, suelen tener alta resistencia al eclecticismo, sin embargo, podríamos asegurar (sin temor a equivocarnos) que la historia de la educación latinoamericana es una aplicación ecléctica de las teorías pedagógicas europeas y norteamericanas.

¿Qué es el eclecticismo? Básicamente es lo contrario al dogmatismo, es decir es la resistencia a aplicar recetas teóricas puras, solo por exclusiva fidelidad al estilo o pensamiento. El eclecticismo es la aplicación creativa, de diferentes estilos que convergen en un llamado “estilo propio”, ensamble que logra la armonía del todo.

En arquitectura, el eclecticismo fue una tendencia que surgió en Francia hacia mediados del Siglo XIX y se expandió por Europa y EEUU. Llegó a la Argentina después de la generación del ’80, hacia fines de ese siglo. Construcciones emblemáticas de nuestro país como el Teatro Colón o el edificio de Congreso Nacional, son ejemplo del eclecticismo argentino.

¿Es posible el eclecticismo en el aula? Sí y no. Eclecticismo no es hacer cualquier cosa, aplicar cualquier metodología o estrategia didáctica, que entre en colisión con los objetivos y los propósitos del espacio curricular. A eso le podríamos llamar incoherencia pedagógica, donde se cometen crímenes educativos que pueden marcar para siempre la vida de un o una estudiante.

Es oportuno decir que es imposible el purismo pedagógico, entonces, teniendo en cuenta las posturas más críticas se podría aspirar a un eclecticismo informado. Es decir, cada docente deberá tomar decisiones, teniendo en cuenta objetivos, propósitos y fundamentalmente recorridos posibles, valorando el grupo, las condiciones reales, y construyendo su propio “estilo”, aplicando diversas corrientes pedagógicas, pero fundamentalmente sabiendo a qué objetivos responden cada una. De allí lo de eclecticismo informado. Solo con un profundo conocimiento, una mirada crítica y una base reflexiva sobre la realidad se podrá ser docente ecléctico, si faltara alguna de estas herramientas básicas el eclecticismo solo será una mezcla amorfa sin sentido alguno.

 

Lic. Verónica López